Micaela vive en la esquina donde Luciano fue alcanzado por una bala y asegura que los tiroteos en el barrio son permanentes. “Todo empeoró desde la muerte de Moreno” dijo.
“Nos quejamos de que los chicos de ahora no largan la tecnología, pero ya no pueden jugar en la calle. Mis hijas no conocen a los vecinos, pero yo prefiero que estén encerradas y seguras a que pase una tragedia como la de Luciano” continuó.
Con lágrimas de impotencia, la joven mujer relató “soy mamá de dos nenas de 4 y 9 años y mis hijas no conocen la calle, me da terror que salgan y les pase algo”.
Micaela contó que las horas previas, a la muerte del niño, fueron de mucha tensión por la cantidad de detonaciones de armas de fuego en la zona. “Es todos los días y todo el día, se puso peor desde que mataron a Moreno” mencionó.
En la marcha de hoy estuvo junto a otros vecinos de su cuadra con el cuartel que exigía “Justicia por Luciano”.