Magalí Hernández y Dante Biazetti tenían una relación violenta que duró varios años. Terminó con un homicidio por el que será juzgada la ex cabo de la policía.
En las primeras audiencias escuché preguntar, insistentemente, si se trataba de violencia de género a la inversa. Luego desde la fiscalía se sostuvo que era violencia de género “contrario sensu” (en sentido contrario).
Y ello no es posible. El varón no es víctima de violencia de género, porque históricamente los varones no han sufrido agresiones o denigraciones por parte de mujeres por el hecho de ser varones.
“Existe una dimensión sistemática (es decir, que se sostiene a lo largo del tiempo) y estructural (que descansa en los nódulos y articulaciones de nuestra historia y cultura) que confirma que son las mujeres y disidencias sexuales las víctimas de la violencia de género”, sostiene Florencia Strasorier para La tinta.
En palabras más simples, quiere decir que la sociedad sostuvo durante mucho tiempo que las mujeres eran propiedad de los hombres. Socialmente se sostenía que el hombre tenía el derecho a golpear y humillar a su esposa. Y se sostuvo también que todos esos hechos eran del ámbito de lo privado y que nadie podía intervenir.
Las mujeres no podían hablar delante de su esposo sin pedir autorización, no tenían derecho a expresar su opinión y mucho menos contradecirlo. La violencia que se ejerce contra la mujer es social y cultural. A nadie se le ocurre que la sociedad avale y consiente que una mujer le pegue a un hombre.
Así que no, un hombre no puede ser víctima de violencia de género. Si puede ser víctima de homicidio agravado por el vínculo, o en casos menos graves, puede ser víctima de lesiones agravadas por el vínculo.
Para más detalles cabe recordar que:
La Ley N° 26.485 entiende por violencia de género toda conducta, acción u omisión, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afecte la vida, dignidad, integridad física psicológica económica o patrimonial de las mujeres.