El dispositivo de atención a varones que ejercen violencia sirve como un espacio de reflexión, para modificar la conducta violenta.
Asisten al grupo los varones que fueron violentos en la familia, con su mujer y sus hijos. “No es un espacio de terapia sino de reflexión”, aclara el trabajador social Federico Blonski.
El grupo está coordinado por Federico Blonski, por Mara Rosa, psicóloga y Lía Campos que es psicóloga social. En los primeros encuentros trabajaron con un grupo diverso, ya que hay integrantes desde los 18 a los casi 60 años, algunos de clase media, media alta y también con menores recursos. Eso demuestra que la problemática de la violencia atraviesa a toda la sociedad.
“En el dispositivo se charla, se aprende de los pares sobre la conducta que ellos tienen, qué aprendieron y cómo modificarlas”, explicó Blonski. Cuando llegan, en general enviados por el Poder Judicial como parte de una denuncia, están reticentes a hablar pero luego se dan cuenta que “es un lugar más relajado, en el que se puede hablar” destaca Mara Rosas, psicóloga de la dirección de Promoción de la Salud del municipio de Huincul.
A estos encuentros pueden asistir varones en forma voluntaria pero son evaluados porque “solamente pueden asistir quienes tienen conductas aprendidas, pero no personas que tengan otras patologías que deben abordarse diferente”, aclaró Blonski.
Las reuniones se realizan todos los lunes de 9 a 11 en el aula 2 en el Centro de Capacitación de Plaza Huincul, ubicado en la Avenida del Libertador al 500 (ex edificio de la escuela 123) del barrio Central.
