Se trata de Mirtha Palacios y Graciela Galeano, profesionales de Servicio Social que culminaron su labor en el hospital de Complejidad Media de Cutral Co. Luego de su tarea accedieron a la jubilación.
En el caso de Mirtha, fueron casi 30 años de tarea en el Servicio Social del sistema de salud pública. Empezó en el viejo hospital “Aldo V Maulú” y luego continuó hasta ahora en el nuevo. Graciela, por caso, cumplimentó 27 años, los iniciales los hizo en Río Negro.
“Hice toda mi carrera en Salud Pública y en este hospital”, relata Mirtha, quien refiere que si bien espera la jubilación al momento de alcanzarla, hay “sentimientos encontrados” por todo lo transitado.
“Vine cuando se produjo la privatización de YPF y Gas del Estado. En esas circunstancias llegue a Cutral Co, con un incremento en la demanda y en el número de historias clínicas, con mucha demanda hacia nuestro servicio en ese momento”, describe Graciela. Lo hizo junto a su familia y sus hijos ni siquiera habían iniciado la educación escolar.
Al momento de repasar sus años en la función, Mirtha explica que hace 20 años atrás las situaciones eran menos complejas de las que se observan desde hace unos años atrás. “Requiere un trabajo con otros, con el resto de otros equipos de salud, con otras instituciones”, indicaron.
El servicio, en ese momento lo integraban las dos junto a dos administrativos. Hoy, suman ocho en total, con seis profesionales en Servicio Social.
Entre los recuerdos que tenemos, nos dimos cuenta que fue la “primera camada de trabajadores sociales de la salud pública de Cutral Co y Plaza Huincul, porque hubo muchos compañeros que vinieron pero se mudaron de la ciudad o se fueron a trabajar a otras instituciones”.
Graciela manifestó que resolvieron quedarse porque les parecía que era un lugar donde se podía generar los proyectos propios “apostando a la construcción colectiva, a la coordinación en equipo, el trabajo grupal. Nos daba este margen para movernos y coordinar con otras instituciones como municipios, escuelas, centros de salud, comunitarios y de otros ámbitos”.
No se arrepienten de haber permanecido en el servicio de salud y ambas coincidieron en que e “tuvimos que ser lo más creativas que pudimos, a pesar de los recursos, apelamos a la solidaridad y al trabajo”.
Sus compañeras y compañeros de trabajo realizaron una despedida.