Los bomberos voluntarios no descansarán todavía porque una de las dotaciones permanecerá de guardia durante toda la noche.
En el incendio de este mediodía del comercio El Cofre sobre la calle Sarmiento, entre Roca y Sáenz Peña hubo una labor conjunta de los cuarteles de Cutral Co, Plaza Huincul, de Refinería de YPF Y algunos que llegaron desde Plottier y Añelo.
“La primera hora fue la de mayor tensión. Estaban todos los comerciantes muy nerviosos porque entraba el humo a los locales pero no había fuego. Pero se trabajó bien”, dijo Darío Campos, el jefe del cuartel cutralquense.
“Llegaron para el simulacro (los de Plottier y Añelo) y vinieron a ayudarnos”, aclaró.
Se le hace difícil contabilizar la cantidad de involucrados en el siniestro porque a las cinco dotaciones de Cutral Co (entre 20 y 25 voluntarios), se le sumaron las tres de Plaza Huincul; los de Refinería que además aportaron equipos de protección respiratoria, al igual que los de Plottier y Añelo que habían sido convocados para simulacro que finalmente no se hizo.
El fuego quedó controlado después de unas tres horas aproximadamente aunque luego quedó el humo. Y las tareas de enfriamiento se prolongaron por varias horas más.
Hubo personal de Defensa Civil, al mando de Edith Covatti, en Cutral Co y sus pares de Huincul; más los camiones aguateros que reponían el agua para las autobombas. Desde Salud llegaron las ambulancias que asistieron a los tres bomberos que recibieron atención por principio de intoxicación, estrés térmico y cansancio.
Los jefes policiales dispusieron a los efectivos policiales que hicieron todo el operativo de cierre de calles en los alrededores al igual que el personal municipal.
Una mención aparte se lo llevan los vecinos. El comerciante Bonilla, de la distribuidora situada a la vuelta del local siniestrado, “les trajo barritas de cereal y golosinas a los bomberos”, dijo Campos.
Otras manos anónimas trajeron botellas con agua; una vecino sacó el dispenser de agua de su casa y lo dejó en la vereda para que pudieran hidratarse.
“Mirna (Carro) y su familia además del agua nos permitió entrar a su casa, usar el baño y estamos muy agradecidos por su colaboración”, dijo Darío.
Las máquinas municipales fueron las encargadas de la remoción de escombros porque “es la parte más pesada que queda”. “Va a salir saliendo humo pero no hay fuego”, aclaró el jefe del cuartel.