La empresa Coleal recibió múltiples créditos de parte del Ente Autárquico Intermunicipal (ENIM) para desarrollar diferentes proyectos. La construcción del hotel, inaugurado hace pocos meses, insumió un crédito millonario que quedó prácticamente impago desde el inicio.
En enero de 2019, el crédito estaba en condiciones de ser ejecutado pero se mantuvieron negociaciones por diez meses más hasta que en noviembre, ante la falta de un acuerdo, se realizó la ejecución.
El propietario presentó un plan de pago, pero quedó muy lejos de las cuotas planteadas por el ENIM. Desde el ente aseguran que el crédito es el 10% de toda la cartera y es varias veces millonario.
La garantía del crédito es el edificio del hotel. Si se ejecuta, el ente sería el nuevo dueño. A lo largo de la historia de ENIM, ha sido propietario de garantías por demás diversas que fueron desde una hacienda en Buenos Aires (por un crédito otorgado a la fábrica de resinas), el horno de la refinería de Renesa, la robótica para la fábrica de microfusión de Pehuen Fund, entre otros.
La clase política local está dividida en cuento a la ejecución de este crédito. Por un lado están los que aseguran que no se puede tirar abajo un negocio local, aunque no lo puedan cobrar. Y están los que sostienen que hubo muchos empresarios locales que recibieron créditos y lo pagaron en término como correspondía. Sería injusto que Coleal no pagara, por más local que sea.
De fondo está la discusión sobre el negocio de la hotelería, porque los costos fijos aumentaron en los últimos años y la demanda ya no es tan alta como antes, por la baja en la industria petrolera.