El accidente ocurrió ayer domingo, cuando un niño de tres años y medio llegó a la guardia con una lesión en el labio superior.
Debió ser ingresado inmediatamente al quirófano para que el equipo de cirugía del hospital cerrara la herida. Afortunadamente la lesión no dejará daño permanente ni puso en peligro su vida.
Según confirmó el director del hospital, Eduardo Serer, el pequeño recibió el alta durante la mañana de este lunes, aunque tendrá una extensa recuperación. “Afortunadamente no tendrá secuelas, gracias al trabajo de los cirujanos que consultaron la opinión de Claudio Angrigiani y de Mariano Triay para realizar la reparación”, explicó el director.
Aparentemente el niño quedó sin supervisión adulta con un perro de mordida grande. Cuando escucharon el grito de dolor, los padres advirtieron que había sido agredido por el perro.