La casa quedó inhabitable tras el temporal del 11 de febrero. El techo del comedor se voló por completo y también hubo daños en la cocina y una habitación. “Desde el municipio me dijeron que tienen mano de obra, pero no materiales y nunca volvieron”, contó la familia.
Verónica Soto vivía junto a sus hijos de 18 y 13 años en una vivienda de calle Chaco del barrio Otaño, en Plaza Huincul. Su casa fue la más afectada de la cuadra con la voladura completa del techo de su comedor durante la tormenta del pasado martes por la noche.
“También se levantó la mitad del techo en la cocina y en la habitación de mi nene, rompiéndose el machimbre. Por ende perdimos la cama, el colchón, el placer y parte de la ropa y otras cosas” contó Verónica.
Durante los días siguientes, tuvo contacto con referentes de Acción Social y de otros sectores del municipio huinculense para pedir asistencia. “Vinieron y ofrecieron la mano de obra para reparar, pero me preguntaban si tenía los materiales. Yo soy bombero voluntario y no esperaba que pasara algo así en casa, no tenemos ni siquiera un clavo”, manifestó.
La única solución momentánea llegó de parte de sus compañeros, bomberos de Cutral Co, que colocaron nailon en el techo para cubrir el espacio. Sin embargo, “con la lluvia de ayer se volvió a llover todo adentro”, agregó Verónica.
La casa quedó inhabitable y su familia tuvo que buscar refugio en otra vivienda. “Nos abrieron las puertas pero no es lo mismo que estar en casa. Los chicos están por volver a la escuela y necesitan su espacio, sus cosas, pero lamentablemente no podemos volver a casa hasta que no se arregle ese techo” sostuvo.
Por ahora, aguardan por alguna respuesta de parte del ejecutivo, ya que “no tenemos otro ingreso como para poder comprar los materiales para volver a techar el comedor”, concluyó.