Después de la condena al conductor del auto, Mauro Ballarini, hubo abrazos, lágrimas y emoción entre los familiares de Javier Castro y Jesica Alegría.
“Si bien no es lo que queremos pero se hizo justicia. Hubiéramos querido más pero sabemos que en estos casos es difícil. Entonces con 3 años no es que nos conformamos pero algo se hizo”, describió Gabina Méndez, la mamá de Javier.
Aprovechó la oportunidad para agradecer a la Fiscalía porque los funcionarios, en todo momento estuvieron acompañándoles y explicándoles ante cada requerimiento de la familia.
“Creo que es lo que mi hijo se merecía y es lo que estamos pidiendo”, expresó Gabina y aclaró que los tranquiliza la prisión de cumplimiento efectivo y la inhabilitación. “Eso nos deja un poco conformes”, agregó.
El padre de Javier consideró que lo más importante para ellos fue “principalmente sacarlo de la calle era un factor importantísimo para nosotros”.
Aclararon que cuando Ballarini pidió perdón a los familiares “no se lo cree nadie”. Cuando se arrepintió tiró una sonrisa y entonces no se puede creer”.
Finalmente, Gabina indicó que si bien podría parecer contradictorio “no lo odiamos porque no podemos perder energía en eso y porque la vida de mi hijo no vale un perdón dicho entre risas”.
A lo largo del proceso, las familias estuvieron acompañadas por Yesica Weimann de la oficina de Asistencia a la Víctima del Delito.