A dos meses de su detención en la U11 de Neuquén, la defensa de Luis Espinoza pidió el traslado a la Unidad 22 de Cutral Co para estar junto a su padre, Alberto Espinoza también detenido por homicidio, y cerca de su familia.
Luis Espinoza culminó con el segundo mes de los cuatro de prisión preventiva que la justicia le impuso por la muerte del cabo Gabriel Nahuelcar. La medida se aplicó por los posibles riesgos de investigación que pueden afectar a la causa -considerando que la víctima fatal fue un efectivo policial- y el riesgo de fuga, ya que tras el crimen Espinoza despareció de Cutral Co y fue encontrado días después en un puesto de Challacó, con equipaje preparado para continuar de viaje.
Considerando que la medida cautelar llegó al 50% de cumplimiento “en buenos términos”, según Marisa Mauti, titular del ministerio público de la Defensa, solicitó el traslado a la Unidad de Detención Nº 22 de Cutral Co, para estar cerca de su familia y también acompañado de su padre, Alberto Espinoza, que cumple con un arresto preventivo por la muerte de Matías Moreno, ocurrida en agosto de 2019 en el barrio Peñi Trapún.
Desde la parte acusadora, Fiscalía y la querella rechazaron el pedido y solicitaron una serie de pruebas que fueron desestimadas por el juez de Garantías Mario Tommasi, como la prueba certificada del vínculo sanguíneo entre Alberto y Luis; diferencias entre la familia con otros internos que puedan causar inconvenientes tras su arribo a la ciudad, y medidas que garanticen el traslado seguro de Espinoza desde un penal a otro.
No obstante, el magistrado consideró que el tiempo de prisión cumplido no amerita un cambio de unidad y que tampoco fueron expuestos en la audiencia posibles inconvenientes que justifiquen el traslado, como alguna pelea o riña con otros internos de la U11, donde Luis cumple el arresto.
De momento, el plazo de prisión preventiva continuará hasta abril, igual que la investigación en curso, para reunir las pruebas suficientes para llevar el caso a juicio.