Hay varios tutoriales, publicados por las entidades bancarias que explican como es el sistema para realizar el trámite.
Pero aquí dejamos tres consejos que evitarán más retrasos en personas que no están acostumbradas a realizar este tipo de trámites.
Pensá antes la clave
Cuando llegues al cajero y sigas los pasos te van a pedir una clave de seis números. El primer consejo es llevarla escrita de antes. En un papel o en el celular, si te resulta más fácil de encontrar. Tiene dos ventajas: una es que no te ponés nervioso pensando un número cualquiera. Y dos, lo vas a tener a mano cuando tengas que entrar por primera vez al homebanking.
Decidí antes donde vas a guardar el ticket del banco
Cuando cumplas con todos los pasos, el cajero va a emitir un papel donde figura el usuario que te han designado. Pasa muchas veces que, en el apuro, lo ponés en un bolsillo, suelto en la cartera o la mochila. Y después no sabés donde está.
Anotá también el usuario
Una vez que ya estás sentado frente a la computadora o ya descargaste la aplicación en el teléfono, tenés que poner el usuario que está en el tickets, la clave numérica que tenés anotada y ya podés ingresar. De inmediato te pide que pongas un usuario nuevo y una clave nueva. Mi consejo es que antes de arrancar el trámite ya lo tengas pensado, tanto el usuario como la clave (tiene que tener mayúsculas, minúsculas, números) y que las dejes anotadas. Porque la segunda vez es muy probable que te acuerdes la clave pero no tengas idea qué usuario pusiste.
Obviamente no es seguro que tengas todo anotado. Pero lo que es cierto es que sin estas medidas, vas a tener que ir a buscar la clave del homebanking en más de una oportunidad. Y ya no podés usar la misma clave numérica, las cosas se hacen más complejas. Mejor, seguí estos consejos.