Fueron halladas entre la casa del presunto autor y la persona a la que estaban dirigidos los disparos que terminaron con la vida de la mujer en barrio Otaño. Una de las casas tenía un invernadero de secado y procesado de plantas para la venta.
Los allanamientos se realizaron durante la tarde del sábado, en las horas siguientes al momento de la muerte de Erica Navarro en el barrio Otaño de Plaza Huincul. Si bien no eran el objetivo original de la búsqueda, permiten trazar una hipótesis sobre el móvil del homicidio.
“La venta de droga puede ser una causa del enfrentamiento armado previo, no se descarta esa teoría, pero es una de las hipótesis” señaló el fiscal Gastón Liotard.
En concreto fueron 11 plantas de cannabis sativa halladas entre las casas de Quiroga, presunto autor del disparo que causó la muerte de Erica; y el hogar del hombre al que estaba dirigido al ataque.
Según trascendió, 5 de ellas estaban en la vivienda de la manzana 173; y las 7 restantes en el domicilio de la manzana 171, ubicada frente a la casa de Erica, donde además hallaron un invernadero de secado y procesado de plantas, “presumiblemente para la venta”, informó el comisario mayor Ariel Pereira.
En esos procedimientos, secuestraron además un arma calibre 9 milímetros que sería el arma homicida y, en principio, guarda relación con el proyectil extraído en la autopsia del cuerpo de la víctima.
La teoría del caso por el momento apunta a una agresión de parte de Quiroga hacia un vecino con el que guardaba cierta diferencia, pero una bala perdida terminó causando la muerte de Erica Navarro.