Desde hace varias semanas los empleados de comercio trabajan bajo mucha presión. Tanto los empleados de supermercados, de bancos, de tarjetas de crédito. Los vecinos y vecinas están impacientes y las soluciones muchas veces no son las esperadas.
También ocurre con el personal de salud y con los responsables de seguridad.
Ello implica enojos y en algunos casos, violencia. Uno de los empleados de comercio explicó “nosotros también tenemos miedo, volvemos todos los días a nuestras casas pensando que podemos llevarles el virus a nuestras familias, pero cumplimos nuestra función, necesitamos ser tratados con respeto”.
Él le pidió a este medio que haga llegar el mensaje a todos los cutralquenses. “El respeto tiene que ser lo común, hay que tener paciencia, no hay otra”, dijo.
Y como el aislamiento social, preventivo y obligatorio ante la pandemia por el coronavirus COVID 19 continuará por varios días, los empleados y empleadas insistieron en cultivar la paciencia.