Luego de 38 años, el emblemático bar de Perito Moreno y Olascoaga cerraría sus puertas por quiebra. Sus ahora ex empleados fueron quienes confirmaron el anuncio de los dueños.
Si bien las razones responden a una decisión de la familia dueña de la firma, lo cierto es que el cierre obligatorio por la pandemia del Coronavirus fue el golpe del KO. El bar cerró sus puertas y continuó trabajando con algunos pedidos específicos, pero muy por debajo de la producción habitual.
“El cierre es por quiebra, dejamos de trabajar cuando arrancó la cuarentena y el martes nos avisaron que habían presentado la quiebra” confió uno de sus ahora ex empleados.
El bar, descendiente del antiguo Sayonara, llevaba 38 años en la ciudad. Luego del fallecimiento de su dueño quedó en manos de otros propietarios, pero en 2011 volvió a manos de la familia de “Bucky”.
En este tiempo supo ser lugar de encuentros y reencuentros, reuniones ejecutivas, desayunos y cenas grupales. Además, la casa de una de las mejores hamburguesas de la ciudad.