El extraño episodio ocurrió el fin de semana en el Sanatorio Huincul. Una mujer viajó desde Córdoba para ver a su madre, que estaba internada.
Llegó, ingresó por los puestos de control con el permiso correspondiente y directamente se fue hasta el Sanatorio. Pero debía cumplir con catorce días de cuarentena obligatoria y no tenía barbijo.
Por esa situación desde la institución se pidió a la mujer que se retirara pero ella se negó y fue necesario recurrir a la intervención policial.
“Hicimos lo que correspondía, hay normas que se deben cumplir, si tenía que hacer cuarentena no podía ingresar”, se informó desde el Sanatorio.