Los casos fueron casi en paralelo pero muy distantes entre sí. Las motos estaban estacionadas en los patios de sus dueños y los malvivientes se las llevaron sin ser descubiertos.
El primer caso fue en el barrio Otaño de Plaza Huincul. Su dueña radicó la denuncia el viernes por la mañana, pasadas las 9, y explicó que la moto Gilera 150 CC de color negra estaba estacionada en el patio sin candado y que los ladrones se la llevaron en el transcurso de la noche sin ejercer violencia.
El segundo episodio fue similar, durante la noche y con una moto guardada en un patio, aunque con el portón sin cerradura. En este caso fue una Corven 125 CC de color rojo con asiento negro.
El dueño explicó que dejó la moto el jueves a las 19 y, al despertarse el viernes notó que ya no estaba, pero no pudo precisar el horario exacto del robo.
Ambos hechos fueron denunciados y permanecen bajo investigación policial.