Los sindicatos que representan a los trabajadores petroleros y las empresas operadoras y de servicios mantienen reuniones para determinar que pasará con los miles de trabajadores que están en sus casas durante la pandemia.
Si bien fue aprobado el protocolo para que vuelvan a trabajar, lo cierto es que solamente hay 4500 en el campo y todavía restan unos 17 mil. Esas cifras las brindó el gremio al diario Río Negro, pero no contempla a los que directamente se quedaron sin empleo porque se terminó el contrato.
Desde los dos sectores indican que el término del convenio no es preocupante, porque se negocia por los salarios del junio, que se pagan en julio y por lo tanto hay un margen de días para negociar.
El acuerdo que terminó ayer determinaba que los trabajadores cobrarían el básico una vianda hasta completar el 60% del salario. Pero la realidad fue distinta, las empresas más chicas no recibieron pagos de YPF y determinaron pagos desdoblados y parciales.
En un comunicado las pymes petroleras afiliadas a FECENE directamente adelantaron que pagarán 30 mil pesos a los trabajadores suspendidos y 70 mil a los que tengan en actividad, lo que implica lisa y llanamente un ajuste salarial. Solamente el sindicato de Camioneros de Río Negro salió a repudiar la decisión, mientras que los demás sindicatos guardaron silencio porque temen una ola de despidos.
En este contexto, las declaraciones del presidente de YPF, Nielsen, sobre la necesidad de reducir la masa salarial de la empresa, cayeron como un balde de agua fría.