El episodio en que un adolescente fue baleado el fin de semana surgió del ataque con bombas molotov a una casa del barrio Otaño; y dejó como secuela un segundo herido de arma de fuego. Policía los identificó como “familias vinculadas al ambiente delictivo” y fuentes ligadas al caso apuntan a la venta de droga en la zona.
Según la información oficial, todo comenzó el viernes por la tarde con el ataque a una casa de calle Salta. Rompieron una ventana y arrojaron una bomba molotov, aunque no llegó a causar grandes daños en el lugar. De acuerdo al relato del comisario mayor Ariel Pereira, la vivienda en cuestión sería propiedad de “personas relacionadas con el ambiente delictivo” del barrio Otaño.
Horas después, un adolescente de 17 años llegó a la guardia del hospital con un disparo en la parte baja del abdomen y en un estado delicado. Si bien sus datos quedaron bajo resguardo, se supo que tiene antecedentes delictivos relacionados con drogas, y es parte de una familia que tuvo enfrentamientos con los de la vivienda atacada.
Pese a las heridas, el joven fue estabilizado y dado de alta tiempo después, pero no fue lo último del caso. En horas de la noche hubo un segundo herido de arma de fuego en el barrio Otaño. Esta vez un hombre, familiar del dueño de la casa atacada, que tenía una lesión en el brazo derecho.
Este caso fue de menor gravedad que el primero y el hombre optó por retirarse del hospital sin radicar denuncia, igual que la familia del adolescente.
Pese a la falta de información, policía sospecha de un ajuste de cuentas entre grupos antagónicos y mantiene una investigación de oficio sobre los hechos. Si bien se desconoce el origen de estas agresiones, hay antecedentes entre ambos grupos con personas relacionadas a distintos tipos de delitos.