Detrás del perfil del policía separado de la fuerza por problemas de adicciones, existía un padre de familia, buen asador, amante de los viajes y de la cordillera neuquina. Un loco por el fútbol y fanático de River Plate, un hombre que no dejó de trabajar por sus hijos y que había comenzado a estudiar la carrera de enfermería antes de encontrar una muerte espantosa en el barrio San Martín. Así recuerda a Juan Horacio Panitrul su pareja, Yanet Muñoz.
“Todavía no entendemos como llegó allá arriba, porque no tenía contactos con esa gente” se reprocha la viuda de Panitrul, a una semana del crimen. Con dolor, Yanet asegura “todavía no me resigno. A veces me paro en la esquina y miro para todos lados a ver si aparece. Mi familia me dice no va a volver, pero yo miro y me pregunto ‘¿de dónde vas a aparecer?’ No quiero superarlo”.
Y es que quedan un montón de interrogantes respecto al crimen, tanto para los investigadores como para la propia familia, que no termina de comprender todo lo ocurrido. Para quienes lo conocieron, Panitrul era un hombre tranquilo, respetuoso y algo tímido; nació en 1989 en Lonco Luan y vivió allí casi toda su vida, hasta que en 2014 llegó a Plaza Huincul para iniciar su formación en la academia de policías.
Por ese tiempo conoció a Yanet mediante las redes sociales y desde entonces estuvieron juntos aunque el primer tiempo fue complicado por la distancia. “Cuando terminó le tocó trabajar en Añelo y viajaba todos los días haciendo dedo para volver acá, hasta que le dieron el pase para Cutral Co” contó Yanet.
En la comarca se desempeñó el resto de los años, hasta su conocida salida de la fuerza en 2017. “Él tenía recaídas por el alcohol, pero nunca fue de esas personas que andan tiradas por la calle, tenía su familia, su casa y a nosotros. Siempre volvió a casa” admitió su pareja y agregó que por ese tiempo participó de un grupo de ayuda a personas con adicciones en el hospital local y también buscó refugio en la religión: “Iba a la iglesia con mi papá, se bautizó y quería salir adelante”.
Como su familia de origen vive en la cordillera, el vínculo con la familia Muñoz era aún más cercano, “para mi familia era un hijo más, era el asador de la familia” recuerda Yanet. Horacio adoptó como propio al hijo mayor de su pareja y luego tuvieron un hijo en común, un pequeño que hoy tiene 4 años que era su motor. “Me había pedido matrimonio y por distintas cosas no llegamos a hacerlo”, continuó.
En los años posteriores Panitrul trabajó para Techint un tiempo hasta la ola de despidos de la empresa y luego se la rebuscó como albañil hasta descubrir una nueva pasión, la enfermería. “Mi hermana es enfermera y el siempre le preguntaba de eso, empezó a estudiar en la Cruz Roja y le decía ‘vamos a ser colegas’, le encantaba” sostuvo Yanet.
La pareja siempre estuvo unida pese a las recaídas de Horacio. “No era un alcohólico perdido, tuvo sus recaídas pero no era una adicción que lo tuviera perdido. Las veces que se fue de casa siempre volvió y yo siempre lo esperé y estuve con él, por eso no entendemos por qué llegó allá arriba” se cuestionó Yanet que insiste en que Panitrul no tenía contacto con Leiva Carrasco y Silvera, los imputados por el crimen.
El martes pasado fue la última vez que estuvieron juntos. Panitrul salió de su casa tarde y el miércoles por la mañana llamó por teléfono a Yanet, habló con su hijo y se despidió sin saber que sería el último contacto. Lo que pasó después todavía es un misterio. Días después la familia Muñoz denunció su desaparición y el fin de semana se confirmó que se trataba del cuerpo hallado en el departamento C del bloque B1 del barrio General San Martín.
Su familia ahora solo espera por justicia. “le agradezco a la gente que comparte en las redes sociales, pedimos que paguen lo que tienen que pagar, porque lo que hicieron no está bien, no se le hace a ningún ser humano” manifestó Yanet y reveló que mantuvo contacto con el fiscal Gastón Liotard, que dirige la investigación del crimen. “Le pedí que me ayude a hacer justicia, que no los deje libre y que se sepa la verdad para que mi marido descanse en paz“.