En Cutral Co y Plaza Huincul fallecieron 5 personas por COVID-19, lo que implicó un difícil proceso para los familiares y una ardua tarea del personal de Copelco.
Pero todas las familias que perdieron un ser querido en tiempos de pandemia tuvieron que atravesar un proceso de duelo nunca antes conocido porque no hubo velorio ni se pudieron encontrar con sus vecinos y conocidos para recibir el pésame.
Incluso entre los más cercanos los abrazos y las lágrimas fueron con alcohol en gel de por medio.
Desde Copelco se explicó que el desafío fue enorme. El responsable del área de Servicio Social de Copelco, Rafael San Martín, explicó que desde el inicio de la cuarentena se aplicó un estricto protocolo. “Es una normativa establecida a nivel nacional”, dijo.
Desde que una persona fallece se siguen estas normativas:
-El trámite en la oficina de Servicio Social lo pueden hacer dos personas como máximo, usando barbijo y con alcohol en gel antes de ingresar.
-Luego se procede al retiro de la persona fallecida, con uso de mamelucos y máscaras. Cuando llega a la morgue de Copelco se lo dispone por algunas horas hasta que luego se lo lleva al cementerio.
-En el cementerio pueden ingresar cuatro personas hasta el lugar del entierro y el resto de los familiares solamente hasta el portón.
Cuando el fallecido es de COVID:
-El personal de Copelco se viste con doble mameluco, mascarilla y botas de goma blancas. Desinfecta el lugar donde se va a buscar el fallecido.
-El personal del hospital lo entrega en una bolsa anti filtraciones. Y el personal de Copelco lo envuelven en otra bolsa anti derrames. Lo ponen en el ataúd y lo sellan.
-Desde la morgue del hospital va directamente al cementerio. Allí se procede a una nueva desinfección y retiro de la indumentaria utilizada para el traslado que luego se incinera.
El duelo
Desde que la pandemia llegó a Argentina, todo cambió para quienes trabajan en los servicios funerarios.
“La gente quiere despedirse, ese tema del duelo es más complicado”, explica San Martín. Por eso desde Copelco se implementaron capacitaciones para el personal con dos objetivos, por un lado aprender a resguardarse de posibles contagios y por otro lidiar con el dolor y la angustia de quienes pierden un familiar.
Para evitar contagios “el personal tiene todos los elementos de bioseguridad, no solo para el servicio de sepelios sino también para el traslado de pacientes y los tratamientos domiciliarios”, detalló San Martín.
El personal trabaja “en una línea de riesgo muy grande” por eso se decidió que el personal se organice por turno. “Hubo un empleado que era contacto estrecho de un caso confirmado y todo el turno se desvinculó, se mandaron a hacer los hisopados y todos dieron negativo”, contó.
En cuanto al desgaste emocional, Copelco tiene contratada una psicóloga que se mantiene en contacto con los empleados.