En una audiencia que se concretó hoy, uno de los sospechosos por el homicidio del expolicía Juan Panitrul, accedió a la prisión domiciliaria. Así lo resolvió la jueza de Garantías, Carolina González, sobre la situación de Daniel Ceferino Silvera, uno de los dos detenidos por el horrendo homicidio.
El otro imputado es Rodrigo Leiva Carrasco.
Ante el pedido formulado por el ministerio Público de la Defensa y por el ministerio Público Fiscal, se concretó la audiencia.
Las partes solicitaron que Silvera pueda quedar en prisión domiciliaria mientras se sigue con la investigación. Tanto la fiscalía a cargo de Gastón Liotard como la defensa pública, con Marisa Mauti, consideraron que no existieron en estos dos meses, elementos que hagan sospechar obstaculización de la investigación o falta de arraigo.
“Las medidas que se necesitaban tomarse sobre él ya se hicieron. Prestamos conformidad para que se extraiga sangre y muestras orgánicas”, dijo Mauti.
Desde Fiscalía también se había solicitado los exámenes psiquiátricos y psicológicos que se concretaron. Falta el resultado de las pruebas científicas.
Desde la querella, que está representada por Mario Jordán Díaz, se negaron a la prisión domiciliaria. “Planteamos la negativa porque no hubo modificaciones de lo que sucedió en la primera audiencia, esto es la pena de expectativa”, describió.
La jueza de Garantías, Carolina González, después de escuchar a las partes, resolvió autorizar la prisión domiciliaria. Silvera además deberá cumplir con una serie de condiciones como no consumir estupefacientes ni alcohol.
La viuda de Panitrul, en la audiencia, pudo expresar que “una persona que cometió” tal crimen “no puede estar en libertad”. De todos modos, la magistrada explicó que esta medida no implica que la persona quede desvinculada de la investigación ni que sea declarado inocente. Eso recién será después de la concreción del juicio.
Es una de las etapas del proceso de investigación que sigue en curso.
El homicidio del expolicía Juan Panitrul, causó conmoción por las características violentas. Su cuerpo tenía cerca de 400 puñaladas.