Cualquier vecino que haya vivido en 1999 en Cutral Co y Plaza Huincul recuerda a Sara Ibañez y la tragedia que ocurrió en una vivienda del aeropuerto.
La justicia determinó que el 22 de diciembre de 1999 Sara del Pilar Ibañez mató a su pareja, Fabián Blanco (29 años), y de sus hijos Ulises (2) y Magalí (5). Además se provocó lesiones en su garganta con intenciones suicidas.
Luego de permanecer detenida por 19 años, Sara Ibañez recuperó su libertad de manera condicional en mayo de 2018. Pero no volvió a Cutral Co. Así lo reveló un informe del diario La Mañana Neuquen y fue corroborado por este medio con fuentes judiciales.
Pasaron 19 años desde el juicio oral que la llevó a la cárcel. A la luz de una mirada con perspectiva de género, surgen nuevas interpretaciones de aquel triple homicidio que no han sido tenidas en cuenta hasta ahora.
El fiscal Ladislao Simon acusó a Sara sin considerar que fuera víctima de género. Era de esperar ya que el propio Simon luego fue juzgado por violencia de género en el seno de su propia familia sólo un año después del juicio.
Ella nunca había hecho una denuncia pero sus familiares sabían que era víctima de golpizas violentas. Pero ello no fue considerado. El fiscal incluso se refirió a Sara como “una mujer de labios carnosos que le gustaba pintarse de rojo” para indicar que era una mujer de vida moral reprochable.
En el ciclo “Historias del Crimen” de Canal 2 Comunicaciones, la mamá de Fabián Blanco dio una visión muy diferente. Carmelina Lagos aseguró que Sara era muy cuidadosa de sus hijos, que le enseñaba a leer a la pequeña Magalí y gran parte de su tiempo se lo dedicaba a ellos.
En el mismo ciclo la propia Sara asegura “no supe cuidar a mi familia”, tal vez interpretando que debió soportar más. Y no poner fin al calvario que vivía. ¿Por qué mató a los pequeños? Tal vez porque pensaba suicidarse y no quería que quedaran solos. Nadie lo sabe, salvo ella.
Hace 19 años la Justicia no consideraba como atenuante la violencia de género, se dejó el móvil como “una incógnita” y se utilizó como agravante que Sara estuviera tranquila después del triple homicidio. Sin considerar que tal vez sintió alivio y por qué lo sintió.
¿Era Sara Ibañez una psicópata que mató a su familia sin remordimiento? Así lo entendió la Justicia de aquel entonces y probablemente también la actual, que carece de perspectiva de género. Salvo que en este momento habría muchos estudios que demuestran las consecuencias psicológicas que tiene la violencia de género en las víctimas.
Lo cierto es que Sara vivió muchos años en la cárcel, estudió y aseguran que se insertó nuevamente en la sociedad. Pero no pudo volver a Cutral Co.