El Sindicato de Petroleros se declaró en alerta permanente y la Federación de Cámaras Empresariales (FECENE) puso en duda el pago de aguinaldos y adicionales.
Casi al unísono, los dirigentes gremiales y referentes empresariales, salieron a repudiar el denominado sistema “on call” que no es otra cosa que trabajo remoto. Equipos instalados en los yacimientos, en las baterías, en los oleoductos, permiten que trabajadores controlen los datos desde oficinas instaladas en cualquier lugar. Muchos de los pozos no convencionales son controlados en forma remota.
Primero los trabajadores se instalaron en el mismo yacimiento (foto) y luego se analizó su traslado hacia Neuquen capital y luego podrían directamente contratarse empresas ya instaladas en Buenos Aires.
El Sindicato de Petroleros asegura que esta forma de trabajo “está por fuera de todos los encuadres vigentes y que solo apunta a precarizar el empleo y dejar afuera a los trabajadores neuquinos”.
Y desde las empresas pymes neuquinas se denuncia que este sistema remoto permite el trabajo “sin establecer una vinculación permanente ni reconocimiento de mayores costos”, lo que deja afuera a muchas empresas de servicios petroleros.
El sindicato además acusó a las operadoras de contratar “empresas de otras provincias que vienen como paquetes cerrados y dejan afuera a las pymes neuquinas, que no son invitadas siquiera a licitar. Esas empresas pusieron el hombro este año y cuando arranca la actividad las dejan sin trabajo”.
La incógnita ahora es saber hasta dónde se podrá detener el avance del uso de la tecnología en la industria. Por ahora los únicos que tienen poder de acción son las autoridades políticas, que deben regular las actividades de la cuenca.