El fin de semana se desarrolló un nuevo ciclo de Verano Cultural 2021 en el Parque de la Ciudad que recibió a cientos de vecinos, quienes respetaron todos los protocolos. La actividad continuará el finde próximo.
Desde las 18, se dispuso el ingreso al predio con la sanitización de manos y control de temperatura previo y la colocación adecuada del tapabocas o barbijo Se le recordaba al público que no debía quitárselo; también la recomendación de no compartir mates, vasos ni utensilios que permiten favorecer el contagio.
Una vez dentro, las familias pudieron elegir entre distintos puntos que se armaron desde la Subsecretaría de Cultura. Se montaron dos escenarios, se aprovechó el anfiteatro del predio, se erigió un domo, ubicaron carros de comidas, y más de una veintena de artesanos que ofrecían sus manufacturas de producción regional.
Los números artísticos, que continuarán este próximo sábado, son tan diversos como las edades del público que se acerca. Se pudo escuchar en vivo bandas de folclore, rock nacional, rock internacional, pop, cumbia, y hasta una batalla de freestyle de hip hop.
El baile también está presente cada fin de semana con institutos y agrupaciones de la comarca, incluso la comparsa Aguas de Fuego se lució este último domingo.
Los más chiquitos, desde temprano pudieron acceder a maquillajes artísticos, números de magia y de payasos. A todo esto hay que sumarle el gran espacio de recreación y esparcimiento que el Parque de la Ciudad ofrece.
Todas estas actividades estan acompañadas de un gran número de voluntarios que constante y cordialmente están ofreciendo sanitización de manos y recordando la distancia social. Distancia que muy bien se respeta frente al escenario principal con “corralitos” que solo permiten hasta 6 personas integrantes de núcleo familiar.
Artistas, público, y transeúntes ocasionales coinciden en que este ciclo de verano es un ejemplo de que se pueden generar eventos culturales y recreativos, con asistencia de público, cuidando la salud de todos los presentes. Una realidad que depende no solo de una buena organización, sino también de la responsabilidad y conciencia de quienes asistan al lugar.