El Sindicato de Petroleros y las empresas productoras debaten la incorporación o no de un cuarto trabajador por turno. La primera reunión de la conciliación obligatoria salió mal y mañana habrá un nuevo encuentro.
El gremio encabezado por Guillermo Pereyra asegura que hacer diez o doce fracturas por turno genera “una sobrecarga de trabajo que es contraproducente, les puede provocar accidentes graves y enfermedades profesionales”.
Y por ello se controla que no se hagan más de cinco fracturas diarias. Es una manera de presión a las empresas para la incorporación de unos 3000 trabajadores que siguen suspendidos pero sin realizar un paro de actividades.
Es cierto que antes del barril congelado de Macri y la pandemia de COVID-19, los accidentes laborales eran uno de los temas más relevantes en la agenda de los trabajadores petroleros.\