Hoy se cumplen 26 años del fallecimiento del monseñor Jaime Francisco De Nevares, quien fue el primer obispo emérito de la diócesis de Neuquén.
Jaime Francisco de Nevares nació el 29 de enero de 1915 en la ciudad de Buenos Aires. Luego de un largo camino de estudios donde también se recibió de abogado, un 12 de junio de 1961, Juan XXIII lo designó obispo de la flamante diócesis de Neuquén.
Además de acompañar las huelgas y reclamos de obreros; fue el fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas -CONADEP-. Don Jaime también fue convencional constituyente por la provincia en la convención de 1994 que reformó la Constitución Nacional, hasta que renunció.
Su figura es recordada por su fuerte compromiso con las causas sociales y la defensa de los más desprotegidos. En la comarca petrolera, lo recuerdan desde la biblioteca Valentín Sayhueque como uno de sus impulsores.