Policía decidió reforzar la custodia en una vivienda del bloque C7, que fue allanada por el vínculo con una investigación sobre una red de pedofilia. Los actuales residentes no están involucrados en el caso, pero sufrieron la violencia de un grupo de vecinos de la zona.
La vivienda en cuestión fue allanada como parte del operativo Luz de Infancia que está orientada a desbaratar una red distribución de material de abuso sexual infantil. Por el caso, la unidad fiscal de Delitos Sexuales, a cargo del fiscal del caso Andrés Azar, ordenó tres allanamientos en Zapala y otro en el barrio Mosconi de Huincul; tras una comunicación desde la unidad fiscal de Cibercrimen del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires..
Según se supo, en Zapala secuestraron elementos informáticos (computadoras y soportes de almacenamiento) e identificaron a los ocupantes de las viviendas allanadas, a fin de intentar determinar quiénes fueron los autores del tráfico de archivos digitales y deslindar responsabilidades. Por el momento no se formularon cargos ni se realizaron detenciones.
Este medio pudo determinar que el domicilio de Huincul fue identificado por una dirección IP de servidor de internet que tendría nexo con una red radicada en Córdoba, desde donde se habría distribuido pornografía infantil.
Sin embargo, la presencia policial y el posterior conocimiento del caso llevaron a que un grupo de personas del barrio tomara represalias contra el matrimonio que vive en el departamento allanado. Entre el viernes y el sábado hubo varias agresiones que derivaron en que la vivienda quede desocupada.
El comisario inspector Claudio Vinet indicó que el sábado por la madrugada fue necesario reforzar la presencia policial, debido a que “un grupo de personas conocidas del ambiente delictivo efectuaron disparos contra la vivienda; ingresaron a robar elementos y causar desorden”.
Ante la presencia policial, el grupo arremetió contra los uniformados con piedras y disparos de armas de fuego, que fueron replegados con munición antitumulto de la fuerza para disipar el conflicto.
Finalmente, la vivienda quedó bajo consigna policial a la espera de una resolución judicial y a resguardo de los elementos que quedaron en el interior luego del ataque del puñado de vecinos.