La reciente muerte de Luciano “Limoncito” Millaín en un enfrentamiento armado con la policía dejó a 7 uniformados involucrados en el caso. Todavía resta conocer el avance del proceso judicial para conocer el grado de participación de cada uno en el crimen. En este informe repasamos qué ocurrió con los agentes de la fuerza que atravesaron situaciones similares en los últimos dos antecedentes de delincuentes abatidos por un efectivo policial en la comarca petrolera.
El debate social sobre el “uso desmedido de la fuerza pública” -o gatillo fácil- y la “justicia poética” de un conocido delincuente abatido por la policía rápidamente inundó las redes sociales. La opinión pública se dividió entre quienes condenan al uniformado que disparó y causó muerte a Millaín; y quienes entienden que fue en uso correcto de las funciones por la seguridad de las dos ciudades.
Lo concreto es que poco trascendió de una hermética investigación que solo dejó ver que “Limoncito” murió tras enfrentarse con la policía y que el proyectil que entró a su cuerpo provino, en principio, de un arma reglamentaria. La Fiscalía y las unidades criminalísticas de Neuquén tendrán la tarea de saber quién disparó y qué trayectoria realizó la bala para llegar al cuerpo de la víctima. Recién allí podrán señalar a un responsable y poner en marcha un proceso judicial.
La comarca petrolera atravesó dos antecedentes similares en la última década, con efectivos que fueron procesados y afrontaron instancias judiciales diferentes:
Jesús Morales murió tras asaltar a un policía de civil
El 20 de enero del 2019, Jesús Gastón Morales y otras dos personas asaltaron a un joven que caminaba por la avenida José Hernández de Cutral Co, camino a Villa el Puestero. Lo encañonaron y le robaron una mochila, pero cuando le dieron la espalda, la víctima sacó un arma de fuego y se identificó como policía, dándoles la voz de alto y efectuando un disparo al aire.
En ese momento los delincuentes regresaron y comenzaron a dispararle, iniciando un tiroteo que terminó con la vida de Morales por dos impactos de bala: uno en el hombro y otro en la cabeza.
La víctima del robo y autor del homicidio fue el agente Jairo Valenzuela, un joven uniformado oriundo de Chos Malal que fue asignado al área 3 del comando radioeléctrico en el oeste de Cutral Co y que al momento del crimen regresaba a su hogar vestido como civil. Cuando lo asaltaron, iba hablando por teléfono con su madre y la grabación de la llamada fue clave para comprobar que, efectivamente, se identificó como policía y que hubo disparos cruzados.
Tras el crimen, Valenzuela se puso a disposición de la Justicia y pasó poco más de un mes en prisión domiciliaria en Chos Malal, pero luego quedó sobreseído por un acuerdo entre las partes, que coincidían en que el efectivo policial actuó en legítima defensa.
Sin embargo, las comunidades de Cutral Co y Plaza Huinul se reunieron en diferentes marchas en apoyo al policía Valenzuela y pidiendo por su libertad durante los días de prisión del agente.
Daniel Chureo, atacó una patrulla y murió por los disparos
Daniel Eduardo Chureo murió a los 19 años en septiembre de 2008 producto de un enfrentamiento con la policía en barrio Nehuen Che. Tras un extenso proceso judicial que duró 5 años, el sargento Oscar Abel Almendra que efectuó el disparo letal, fue sobreseído por actuar en legítima defensa.
Aquel 18 de septiembre a las 7 de la mañana, Chureo estaba fuera de la casa de su madre en la esquina de 25 de Mayo y Ejército Argentino de Cutral Co cuando una patrulla se le acercó por encontrarlo en “actitud sospechosa”. Cuando el joven vio que la patrulla se detuvo adelante suyo sacó un arma calibre 9 mm y comenzó a disparar hiriendo con tres disparos a un efectivo de apellido Pino que conducía la patrulla; pero los uniformados respondieron rápidamente causándole la muerte de cuatro disparos efectuados con el arma reglamentaria de Almendra.
En los días posteriores, la familia de Chureo denunció que el joven había sido golpeado por la policía la madrugada anterior a su muerte; y justificaron con eso su reacción al momento de ver la patrulla. El caso motivó una investigación paralela, pero los principales recursos se volcaron al proceso contra el policía Almendra.
Tras un muy largo proceso, el juez Mario Tomassi dio por sobreseído al uniformado al comprobar que actuó en legítima defensa, ante las heridas sufridas por su compañero Pino. “Inicialmente efectúa dos disparos en la zona baja del cuerpo de Chureo y luego otros dos en la zona del tórax después de una nueva voz de alto”, sostuvo el juez en aquel entonces.