Provincia anticipó sus intenciones de retomar las clases presenciales luego del receso de invierno; y la conducción del gremio docente dio su aprobación bajo la consigna “sin escuelas seguras no hay educación posible“, remarcando el pedido de mejoras y la renuncia de los responsables políticos de la explosión en la escuela de Aguada San Roque.
La decisión de volver a las escuelas está respaldada por el descenso en la ocupación de las camas UTI, que en las últimas semanas llegó al 77%; junto con los niveles de contagio estables, en números por debajo de los indicadores del mes de junio.
Si bien ATEN prestó conformidad al planteo del gobierno neuquino por volver a la educación presencial, la conducción del gremio llamó a no iniciar las clases en los establecimientos “que se encuentren en obra o tengan reclamos de mantenimiento o reparaciones no atendidos“. Según plantearon, solo accederán a que concurran maestros y estudiantes a las escuelas cuando el Consejo Provincial de Educación (CPE) “resuelva y certifique la habitabilidad de las instalaciones”.
En ese sentido, manifestaron que por cada escuela que no tenga la certificación, “denunciaremos ante los organismos involucrados (Subsecretaría de Trabajo, ART y Superintendencia de Riesgo de Trabajo) para que se intime al CPE y a la subsecretaría de Obras Públicas a resolverlo”.
El gremio docente convocó además a una asamblea virtual extraordinaria para el próximo 26 de julio, donde informarán a todas las seccionales sobre el avance de la causa judicial por la explosión de la escuela albergue 144; pero además, “se propondrá entre otros temas, el pedido de renuncia a los responsables políticos por la explosión y la permanencia de estudiantes y docentes en la escuela, y se analizarán acciones a seguir”, indicaron.