Alicia Partnoy, sobreviviente del centro clandestino de detención “La Escuelita” del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca, reveló que durante su cautiverio nació el hijo de una pareja que había sido secuestrada en Cutral Co y que fue apropiado por un militar.
Partnoy participó del juicio por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Lo hizo de forma virtual desde la embajada Argentina en Washington, Estados Unidos, donde reside desde su exilio en 1979. En el proceso hay 15 acusados por 20 víctimas, 9 de las cuales permanecen desaparecidas.
Alicia y su esposo, Carlos Sanabria, fueron secuestrados por el Ejército en Bahía Blanca y trasladados a “La Escuelita”. el 12 de enero de 1977. Ante el Tribunal Oral Federal 1 de Neuquén, Alicia contó que conoció en el centro clandestino a Graciela Romero, que atravesaba un embarazo de 5 meses y que fue secuestrada junto con su esposo, Raúl Metz, en Cutral Co el 16 de diciembre de 1976.
“Pude hablar muy poco con Graciela porque estaba muy atemorizada. Nos golpeaban cuando hablábamos y había sido torturada severamente durante su traslado desde Cutral Co a Bahía Blanca“, relató Partnoy; que además contó que “su bebé nació el 17 de abril de 1977. En ese momento me habían permitido ir a la cocina a lavar los platos y me hicieron lavar una ensaladera verde donde decían que iban a bañar al bebé o para el parto”.
Partnoy recordó que “el guardia (Arsenio) Lavallén, al que apodaban El Zorzal, me dijo que él había ayudado en el parto porque sabía de partos de animales porque no podían localizar al médico o al enfermero”. “Pude hablar después del parto con ella cuando salía del baño y me dijo que era un varón y eso también lo confirmó un guardia que me dijo que uno de los militares se lo iba a llevar y que habían comprado ya ropita para bebé“, precisó.
Durante su declaración, Alicia realizó una detallada descripción de las instalaciones de “La Escuelita” de Bahía Blanca, que junto al de otros sobrevivientes permitió una acabada reconstrucción del lugar demolido después por las mismas autoridades militares. También recordó los apodos que usaban represores y torturadores como Abuelo, Peine, Brujo, Chiche, Turco, El Tío, Viejo, Gordo Polo y Zorzal y aseguró que “algunos eran jóvenes y sádicos”.
Por otra parte, manifestó su deseo de que los acusados “rompan ese pacto de silencio por lo menos para decirnos dónde están esos chicos nacidos en cautiverio, quien los adoptó para que puedan recuperar su identidad”.
Durante el juicio también declararon Rudy Saiz desde Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, acerca de su secuestro y traslado a “La Escuelita”; y el perito arquitecto Gonzalo Conte, de Memoria Abierta. Con esto, el fiscal José Nebbia informó que culminó la ronda de testigos prevista por la parte acusadora, aunque tratará de que asistan el miércoles próximo algunos que fueron citados y que por razones de salud no pudieron hacerlo.
Los ex jefes militares y de fuerzas de seguridad nacionales y provinciales juzgados son Oscar Lorenzo Reinhold, Jorge Molina Ezcurra, Sergio Adolfo San Martín, Jorge Di Pasquale, Raúl Guglielminetti, Osvaldo Páez, Norberto Eduardo Condal y Jorge Granada. También Walter Tejada, Juan José Capella, Jorge Alberto Soza, Carlos Alberto Taffarel, Miguel Ángel Cancrini, Gerónimo Huircain y Desiderio Penchulef.
De las 20 víctimas, cuyos casos se investigan en este juicio, las 9 que permanecen desaparecidas son: Jorge Asenjo, Carlos Chávez, Arlene Seguel, Susana Mujica, Alicia Pifarre, Carlos Shedan, Mirta Tronelli, Cecilia Vecchi y Miguel Ángel Pincheira.