Entre la noche del 11 de marzo y la madrugada del 12 de marzo, hace 47 años, una masa de agua ensordecedora arrastró viviendas y ahogó entre 25 y 35 personas.
Luego de esa tragedia, se construyó el canal colector Zapala, un profundo canal que permanece seco por miles de días, hasta una vez, aproximadamente cada diez años, se llena hasta el tope y evita que ocurra un nuevo aluvión.
Sobre el zanjón se han construido siete puentes para mantener comunicado el sur y el norte de las ciudades de Cutral Co y Plaza Huincul y parece limitar el crecimiento de las ciudades pero, al contrario, preserva la vida y las construcciones de los vecinos cercanos.
El agua que trae el zanjón no viene de la lluvia que cae en Cutral Co y Plaza Huincul sino lo que recoje el Cerro Bandera, a unos 30 kilómetros. Los cañadones nacen allí y concentran el agua que luego baja por el zanjón y por las calles San Juan Bosco y Salta. Para evitar la acumulación de agua es que ahora se realiza la obra pluvioaluvional.
Parece extraño hablar de inundaciones y acumulación de agua en medio del desierto en el que se encuentran Cutral Co y Plaza Huincul, pero este fenómeno climático esporádico obliga a tomar previsiones
¿Cómo se vivió hace 47 años?
La cuenta del Archivo Histórico de Cutral Co en Facebook mostró el relato en primera persona de una vecina. Lo escribió para el archivo de la escuela 138, que se vio muy perjudicada por el aluvión.
En recuerdo de las víctimas fatales y de aquellas familias que perdieron todo durante esa tormenta, es que el último puente sobre el zanjón se llama “Del Aluvión“. En cercanías se ese puente están las defensas aluvionales que también impiden el paso del agua. Y el barrio “Daniel Saez” lleva el nombre de un pequeño de 1 año y medio que murió ahogado en esa noche trágica.