Se trata del caso que tuvo gran repercusión pública casi desde sus inicios porque la mamá de las nenas abusadas cortó la ruta para pedir que se agilice la causa y ello generó otros reclamos de familiares.
La mujer denunció que no se le hacía la pericia de Cámara Gesell a sus hijas y que el violador las amenazaba. Tuvo que irse de la localidad y afrontar muchos desafíos económicos y emocionales.
El hombre, que trabajaba en un merendero de Plaza Huincul, finalmente fue juzgado por un jurado popular, lo encontraron culpable y recibió condena.
Pero la defensa del violador realizó una impugnación que llegó hasta el Superior Tribunal de Justicia, como lo informó el diario Río Negro.
Al parecer hubo un error técnico. El jurado lo encontró culpable de uno de los cargos y eran dos. La fiscal Sandra González Taboada consultó si era por uno o dos cargos en ese momento y el juez técnico, Raúl Aufranc le dijo que si. Pero cuando se fijaron bien, había sido por uno solo.
Los jurados todavía no habían salido del edificio, se volvieron a reunir y corrigieron el error. La defensa dice que esa segunda instancia no es válida porque ya no estaba constituido el jurado. La fiscalía dice que no se contaminó nada porque pasaron algunos minutos, los jurados no hablaron con nadie porque todavía estaban en el edificio.
¿Podrá tener menos pena un hombre que no tuvo piedad con dos pequeñas niñas que acababan de perder a su padre, por una cuestión técnica judicial? Lo resolverá el Tribunal Superior de Justicia