El secretario general del sindicato de Petróleo y Gas Privado, Marcelo Rucci encabezó una multitudinaria asamblea informativa en Añelo. Lo hizo junto a la comisión directiva del gremio petrolero durante la jornada de hoy.
El dirigente explicó que en este tiempo se recorrió un largo camino, donde hubo un amplio debate aunque todavía falta mucho hasta alcanzar lo que consideran necesario.
Desde un escenario montado en Loma Campana, Rucci destacó el trabajo del cuerpo de Delegados y de cada uno de los afiliados “porque gracias a la unidad, lealtad y respaldo de todos hemos conseguido muchas cosas que nos ponen en un camino que no vamos a abandonar”.
En ese sentido, dijo que el sindicato tiene la fortaleza y el respaldo para seguir peleando por los derechos de los petroleros y de las familias. “Ahora con más fuerza y más fortaleza que nunca, hay que velar por la seguridad”, dijo el dirigente al tiempo que reclamó : “si tienen bonos por productividad para los inspectores y supervisores, que también los tengan el resto de los trabajadores”.
En ese sentido, reclamó “generosidad” a las empresas del sector y recordó “fuimos los únicos que acatamos el 223 para que la industria no se cayera y que hoy puedan estar en los niveles de producción en los que están”. Por eso es que pidió al empresariado que haga el esfuerzo. “Siempre se jactan de batir récords de eficiencia, de cantidad de fracturas, de producción. Pero falta un récord que no leemos en ningún lado: el récord de trabajadores en el campo, eso quiero tener”, graficó.
Además, Rucci aseguró que ningún trabajador está obligado a trabajar si no se cumplen las medidas de seguridad. Hizo hincapié en que si no están dadas las condiciones de seguridad “no se hace nada” y que “si no hay cuadrillas completas o supervisores, no se hace ninguna tarea”.
El dirigente petrolero sostuvo que se debe terminar con el sistema “on call” porque “no somos changarines y es un riesgo permanente”. Insistió en que el sistema así como está es “perverso” y por eso subrayó que se irá “a fondo para eliminarlo” porque al trabajador hay que darle previsibilidad y condiciones.
“Tras tocar cada una de las puertas de las cámaras empresarias, hemos llegado al límite de nuestra paciencia y estamos dispuestos a ir a la lucha. No me importa si les gusta o no. Nos vamos a plantar donde sea”, aseguró Rucci ante el clamor de los cientos de afiliados que participaron de la asamblea.
“Bienvenido que las empresas les vaya muy bien, pero tiene que haber un reconocimiento para los trabajadores y las trabajadoras. No se trata solo de dinero, queremos que cada trabajador vuelva a su hogar junto a su familia cuando termina su jornada. No vamos a arriesgar la vida de ningún compañero más”, concluyó.