Desde hace unas semanas, el Complejo Industrial Plaza Huincul donde funciona la refinería de YPF lleva adelante un paro de planta.
Este es un proceso que implica dejar de fabricar producto y que se planifica muchísimo antes, ya que implica la participación de unas 500 personas. Es parte de la inversión de YPF para mejorar la industrialización en origen, que el gobernador Omar Gutiérrez reclamó hace poco.
El proceso será largo y trabajoso porque se harán transformaciones profundas en el proceso de producción de la refinería, que implicarán un mejor proceso del crudo de Vaca Muerta.
La planta procesaba en 2014 solamente un 20% de petróleo proveniente de yacimientos no convencionales y ahora llega un 75%. Ese volumen implica, no obstante, que se procese menos cantidad de crudo porque las instalaciones no están preparadas para el tipo y calidad del petróleo no convencional.
Cuando se construyó la refinería en los 70 y hasta hace muy poco tiempo, se procesaba el crudo convencional que provenía de El Octógono, el primer yacimiento que tuvo la provincia de Neuquén y otras áreas cercanas.Cuando se comenzó a recibir crudo no convencional, el nivel de producción de la planta se redujo.
El programa de modificación que se lleva adelante en estas semanas busca recuperar ese nivel de procesamiento, en un plan a 5 años.
La refinería de Plaza Huincul abastece de naftas al sur de Mendoza, La Pampa, Buenos Aires y principalmente a Neuquén y Río Negro. Las reformas que se llevan a cabo implicarán dejar listas las instalaciones para poder ampliar la planta en un futuro, sin necesidad de volver a parar.
Luego de la refinería será el turno de la planta de metanol que también recibirá mantenimiento. Se espera que en noviembre, todo el complejo esté funcionando con normalidad.