Los paleontólogos Rodolfo Coria y Mattia Baiano presentaron oficialmente los fósiles de un nuevo dinosaurio que se llama Elemgasem nubilus, en honor al dios tehuelche que lleva ese nombre, y nubilus que en latín significa “días nublados”.
En 2002 se hizo una campaña en la Sierra de Portezuelo y se trajeron estos fósiles hacia el museo. Se prepararon, limpiaron y resguardaron hasta que llegara un investigador que buceara en su información. El Conicet becó a Baiano para realizar su tesis doctoral y con la dirección de Coria llegó a identificar este nuevo tipo de dinosaurio.
Por ahora no se presentará en la exposición del museo y no se harán réplicas de este ejemplar. “No está previsto, es una actividad costosa que nos siempre tiene financiación”, explicó Coria y además los huesos no se podrán ver porque “deben estar disponibles para los investigadores y hay que preservarlos”.
Además de los fósiles del Elemgasen, hay otros que tampoco han sido investigados y es probable que se pueda tratar de dinosaurios no descubiertos científicamente. “El proceso de transformación en fósiles es una alteración, los esqueletos que debieron desintegrarse, se mantienen. Así que en general no se encuentran muchos fósiles de una misma especie, un individuo representa a los demás”, explicó Coria y por ello es tan valiosa la tarea que realizan los investigadores que llegan al museo Carmen Funes.
Este dino medía 4 metros y convivía con otros que ya están expuestos en el museo como el Patagonykus y el Unenlagia, que se parecen a aves de gran tamaño pero de mucho menor porte que el Giganotosaurus, por ejemplo.