A las 17.30 finalizó el arreglo del acueducto de Buena Esperanza, tras dos días de trabajo. A esa hora comenzaron las maniobras para recuperar el sistema.
La tarea de los empleados del EPAS implicó muchas horas extras y esfuerzo. Pero sin suministro normal, las quejas de los usuarios contra el organismo provincial son constantes.
Es por ello que quisieron mostrar el otro factor que atenta contra el servicio y es la falta de reparación de las pérdidas que tienen los caños de distribución, que están en manos de los municipios de Cutral Co y Plaza Huincul.
Como el servicio de agua tiene responsabilidades compartidas, muchas veces las soluciones no llegan porque se espera que se aporte desde el otro sector involucrado.
En definitiva, las roturas de los acueductos son reales y las pérdidas también. Pierde el usuario.