Los noticieros divulgan desde hace semanas la visita de un cometa al Sistema Solar y se muestran hermosas imágenes del objeto en cielos plagados de estrellas. Lo real es que recién desde hace pocas horas el cometa es visible desde donde habitamos -el hemisferio sur- y no tan fácilmente: para obtener una visión del C/2022 E3 (ZTF), como lo han llamado los científicos- habrá que alejarse de Cutral Co y Plaza Huincul y buscar un punto donde la contaminación lumínica sea baja, y llevar prismáticos o telescopios, para pacientemente buscarlo.
En ese panorama, hay buenas noticias: nuestro cielo es abierto, con poca interferencia de cerros o accidentes geográficos, y en el campo abierto, tampoco molesta la vegetación. La visión del cometa verde para esta región del mundo se extenderá hasta mediados de febrero: las noches cálidas para pasar un buen rato al aire libre, y baja o nula nubosidad, favorecerá la búsqueda. Eso si: la Luna está en las fases creciente y luego llena, y eso agregará luz al cielo de la noche.
Según los expertos argentinos que han sido consultados al respecto, el C/2022 E3 (ZTF) será visible con binoculares y telescopios. En zonas muy oscuras, se podrá ver a ojo desnudo y se lo percibirá como una manchita diferente en el cielo, distinta de los objetos celestes que habitualmente se observan. No se percibe su desplazamiento, aunque la imaginación popular indique que si: sólo con el correr de los días se puede distinguir que ocupa distintas porciones del firmamento.
Entre el 1 y el 2 de febrero, el cometa logró su mayor acercamiento a la Tierra (a una distancia de unos 42.000 millones de kilómetros). Actualmente atraviesa la orbita de Júpiter y continúa alejándose de nuestro Sistema Solar. Según dicen los que saben, este objeto pudo haber pasado cerca nuestro hace 50.000 años, en épocas de los Neandertales. Incomprobable para nosotros, pero no importa: el Universo nos da la oportunidad de ver con nuestros ojos otra de sus magníficas facetas y hay que aprovechar la oportunidad.
¿Dónde buscarlo?
Si habitualmente se mira el cielo, lo más probable es que se pueda ubicar el cúmulo que todos conocemos como “los siete cabritos” o más formalmente, Las Pléyades. Ese conjunto de estrellas se ubica en la constelación de Tauro. Para intentar “cazar” al cometa, se debería dirigir la mirada en dirección hacia Las Pléyades y desplazarla hacia la derecha, y hacia abajo. En ese gran sector se podrá ubicar el cometa. Como estamos en verano y tenemos luz solar hasta tarde, no queda más que realizar la búsqueda con la noche bien avanzada e incluso en las horas de la madrugada.
Los cometas son cuerpos fríos formados por polvo, piedras y gases congelados, que circulan en los límites del sistema solar. Sin embargo, a veces se sienten atraídos hacia el Sol, nuestra estrella. Cuando esto sucede, el calor de ella hace que se evapore lentamente, por lo que se forma una nube llamada coma y una cola a su alrededor.
En este caso, el color verde se debe a los gases que contiene, con presencia de carbono diatómico que absorbe los rayos ultravioletas del sol.
Dos recomendaciones: hay sitios de internet que están transmitiendo el paso del cometa por nuestro sistema solar. Conviene verlo de esa manera, para apreciar su belleza y magnitud, además de intentar localizarlo en nuestro cielo sureño. Otra: la noche del 10 de febrero, el cometa se ubicará muy cerca de Marte, lo que facilitará su búsqueda.