El día en el que el poeta neuquino Marcelo Berbel hubiera cumplido años fue celebrado en su tierra natal. Se inauguró la escultura y hubo música y baile. Su hija Marité, junto a sus nietos Ayelén y Traful cantaron durante más de una hora y media, a los pies de la figura de Berbel, en el barrio Uno.
No faltó nada en la celebración del cumpleaños. El artista plástico Gustavo Berrondo, autor de la escultura junto al intendente Gustavo Suárez, la familia Berbel y los funcionarios cortaron las cintas. Integrantes del ballet de Petrolero Argentino interpretaron tres piezas del autor neuquino y luego ya todo dejó de ser protocolar.
Marité, agradeció emocionada el homenaje que le hicieron y recordó varias anécdotas, de su padre cuando era niño y vivía en Plaza Huincul, cuando viajaban en familia por toda la provincia y repasaron junto a sus hijos las obras más reconocidas que hizo Berbel.
Hubo feliz cumpleaños en castellano y en mapuche. Se repartieron piñones y torta fritas. El cierre, a pesar de haber caído la noche, fue con el himno del Neuquén.