Con la llegada del frío, aumentaron los casos de enfermedades respiratorias. En particular, hubo un crecimiento en el caso de niños pequeños afectados por bronquiolitis, y eso se nota en los consultorios pediátricos de Cutral Co y Plaza Huincul.
El pediatra Martín Sapag indicó que estamos atravesando la época de mayor circulación del virus que la produce, brindó consejos para reconocer la afección, y pautas para evitar la propagación de la enfermedad.
“Es una enfermedad muy común en pediatría en otoño e invierno y se produce por la inflamación de unos cañitos que llevan aire al pulmón, que se llaman bronquiolos. Por eso cuando se inflaman se llama bronquiolitis. El virus más común que la produce se llama sincicial respiratorio, estamos en plena circulación de ese virus”, explicó el médico, y
agregó que otros virus y bacterias a veces co-infectan con el sincicial respiratorio y pueden empeorar los cuadros.
El facultativo contó que los niños de menos de un año son los más afectados y la infección puede ser más grave en aquellos que fueron prematuros y de muy bajo peso al nacer. La enfermedad no suele necesitar internación.
Habitualmente empieza con un catarro en vías superiores que dura de 3 a 5 días y ahí empieza el cuadro de bronquiolitis: es cuando el niño empieza a tener dificultad para respirar, “se siente como un gatito en el pecho”, aumenta la cantidad de moco y la tos es productiva, graficó Sapag.
Como pauta de alarma, el pediatra señaló que se debe bajar primero la fiebre al bebé para ver cómo está. “Si se le baja la temperatura y el bebé está muy agitado, se le marcan las costillas al respirar, no está pudiendo alimentarse ni descansar, tiene que ir a la guardia para que sea evaluado y se vea si necesita oxígeno”. También mencionó que se trata de una afección que se contagia por vía respiratoria, igual que el Covid.
Mucho moco en la etapa de recuperación
El pediatra contó que cuando comienza la recuperación del bebé, éste ya deja de tener mucha fiebre, pero si produce mucho moco. “Lo traga y entonces puede hacer caca con moco, o puede vomitarlo y eso asusta a los papás, pero en realidad el pulmón se está limpiando y hay que tener paciencia, y seguir las indicaciones de los doctores. La tos puede
durar hasta un par de semanas hasta que se termina de ir”.
Agregó que si se trata de bebés chiquitos, suele pasar que con los cambios de temperatura, viento o alguna virosis, vuelven a tener el episodio de broncoespasmo, que es cuando se inflama el bronquio, “y eso también asusta a los papás, genera preocupación, porque parece que el niño no se termina de curar… está una semana con moco, después se
mejora, después empeora de vuelta: es bastante común eso de ver”.
Lo que se aprendió durante la pandemia sirve para cuidar a los niños
Sapag explicó que a los adultos el virus no le provoca más que una rinitis, mucosidad o tos, pero si llega a los pequeños, “puede que le haga mucho daño. Entonces que la gente tenga conciencia, que use el barbijo. Es importante para la prevención todo lo que aprendimos para la pandemia: estornudar en el codo, lavarse las manos, si los adultos estamos enfermos, no ir a visitar a los bebés…ventilar muy bien los ambientes, todo lo que aprendimos con Covid apliquemoslo a este momento”.
Resaltó además que amamantar reduce la probabilidad de que el bebé se enferme, y si lo hace, su recuperación es más rápida.