El gobierno encabezado por Rolando Figueroa anunció oficialmente que logró su objetivo de reducir a la mitad la planta política. Y que el 90% de las estructuras operativas del Gobierno fueron ocupadas por personal de planta permanente o personal que ya se venía desempeñando.
El ministro Jefe de Gabinete, Juan Luis Ousset, destacó que lo que se hizo en estos 60 días de ordenamiento “fue optimizar la asignación de recursos, sin perjudicar el normal funcionamiento del Estado”. “Desde el 11 de diciembre todas las áreas administrativas y todas las áreas de servicios esenciales están funcionando con total normalidad”, sostuvo y agregó: “Lo que se hizo con cada uno de los ministerios fue trabajar en su reordenamiento”.
Se enviaron 1000 cartas documentos a los empleados y empleadas que no fueron a trabajar mientras que se le dio continuidad al personal de planta que estaba cumpliendo sus funciones adecuadamente.
“Como resultado de la reducción de los cargos políticos, el Estado provincial neuquino dejará de destinar (estimado a los sueldos de hoy) unos 32.000 millones de pesos al año, lo que representará alrededor de 128.000 millones de pesos en la proyección de los cuatro años de gobierno. Con ello, la provincia podrá reducir el déficit, en un contexto de complicaciones financieras”, se sostuvo en un comunicado de prensa.
Figueroa unificó ministerios pero creó otras áreas que no existían como la de Emergencias, diseñada casi a medida de Luciana Ortíz Luna, y además generó instancias administrativas descentralizadas en las 7 regiones en las que distribuyó la provincia. Y esos cargos son nuevos.
Pero en el balance, el ministro Ousset contabilizó que el recorte en el gasto político fue al 50%, aunque sin detallar cuántas direcciones generales o provinciales fueron eliminadas ni en qué ministerios.