El emprendimiento local que se dedica a la cría de llamas festeja desde hace dos días el nacimiento de una nueva cría. Se trata de una hembra, que nació de la cruza entre una llama y un ejemplar de alpaca.
La pequeña se mantiene a resguardo del frío de los primeros días del invierno junto a su mamá, en un sitio reparado. El resto del rebaño fue divido en dos grupos: uno permanece en un corral grande en el mismo predio de Monte Hermoso, y otro está en la zona de Cerro Bandera.
Juan Faúndez es el propietario del emprendimiento que actualmente cuenta con unos cincuenta animales. La gran mayoría son llamas, y algunas son alpacas. Por el momento, mantiene los animales en resguardo en corrales que le han facilitado, mientras proyecta trasladarlos a un terreno propio que tiene en Monte Hermoso, donde aspira a dar continuidad a su escuela de llamaterapia, y crear un centro recreativo.
El carácter apacible y social de las llamas y alpacas, sumado a la característica de sus pelajes, permite que las personas con diferentes trastornos puedan realizar actividades terapéuticas con los animales. La pequeña hembrita, que aún no tiene nombre, pertenece a la cuarta generación de ejemplares del establecimiento local. Entre agosto y diciembre pueden ser esquilados, y su lana es muy apreciada por su calidad.