En una sentencia que marca el cierre de una larga investigación iniciada en 2012, Raúl Edgardo Castillo Villablanca, de 53 años, fue condenado a cinco años de prisión por la explotación económica de la prostitución ajena en el cabaret “Anfitrión”. Este veredicto, producto de un acuerdo de juicio abreviado, sella una causa que inicialmente buscaba esclarecer la trata de personas en la región.
La investigación comenzó hace más de una década, cuando surgieron denuncias sobre posibles casos de explotación sexual en el local nocturno “Anfitrión”. Villablanca, identificado como el principal responsable, fue acusado de explotar económicamente a nueve mujeres entre julio de 2012 y abril de 2013. Junto a él, un comerciante de Cutral Co, conocido como “Manolo”, también fue imputado como partícipe necesario.
En un principio, la fiscalía consideró la posibilidad de trata de personas con fines de explotación sexual. Sin embargo, tras un complejo y prolongado proceso judicial, este delito fue descartado. En 2019, Villablanca fue condenado por la explotación económica de la prostitución y regenteo de una casa de tolerancia, recibiendo una pena de cuatro años de prisión, mientras que “Manolo” obtuvo una pena en suspenso.
La sentencia de 2019 generó descontento tanto en la fiscalía como en la defensa, lo que llevó a varias apelaciones y presentaciones en instancias superiores. Durante este proceso, se realizó un minucioso análisis de las actividades dentro del cabaret “Anfitrión”, determinando que Villablanca se beneficiaba económicamente del trabajo de las mujeres, particularmente a través de la actividad denominada “copeo”.
Finalmente, la causa volvió al Tribunal Oral Federal de Neuquén, donde las partes acordaron un juicio abreviado. Así, Villablanca fue condenado a cinco años de prisión por la explotación económica del ejercicio de la prostitución agravada por el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de las víctimas. Por su parte, “Manolo” recibió una pena condicional de dos años y medio.