En una audiencia realizada hoy en la Ciudad Judicial, un juez de garantías determinó que Maximiliano Aviles de 29 años, expareja de la joven desaparecida Luciana Muñoz, cumpla cuatro meses de prisión domiciliaria tras ser acusado de falso testimonio en el marco de la investigación por la desaparición de la joven. La decisión se produjo luego de que la fiscalía y la querella solicitaran prisión preventiva, argumentando que el acusado podría entorpecer la investigación si permanecía en libertad.
Durante la audiencia, el fiscal del caso, Andrés Azar, y la asistente letrada, Carolina Gutiérrez, imputaron a Aviles por dos hechos de falso testimonio, señalando que las declaraciones del acusado ante la policía y la fiscalía podrían haber interferido en las diligencias para localizar a Luciana Muñoz, desaparecida desde el 13 de julio. El fiscal subrayó la magnitud de la búsqueda, que incluyó el rastreo de más de 1000 hectáreas, el análisis de 800 horas de video y 15 allanamientos, destacando que las acciones del acusado agravan la situación.
La abogada querellante, que representa a la familia de Luciana, insistió en que la conducta del acusado está dificultando la búsqueda de la joven y subrayó la importancia de analizar el caso con perspectiva de género, dada la relación previa entre ambos y los signos de violencia que Luciana presentaba el fin de semana de su desaparición.
En su resolución, el juez Juan Manuel Kees ordenó la detención domiciliaria del acusado por un período de cuatro meses, con la condición de que se implemente una consigna policial permanente en el domicilio y que, en un plazo de 48 horas, se le coloque una tobillera electrónica para garantizar el cumplimiento de la medida.