La emblemática Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, ubicada en el barrio Uno de Plaza Huincul, inició el proyecto de restauración que busca devolverle su esplendor original, consolidándose como un símbolo del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.
Construida en 1935, durante el apogeo de la explotación petrolera a cargo de YPF, la parroquia fue testigo de momentos en la historia de la región y un punto de encuentro para la comunidad local. Con su característico estilo arquitectónico y su simbólico campanario, que dejó de funcionar hace varios años, la iglesia representa un ícono no solo religioso, sino también social y cultural.
El plan de restauración, que forma parte de una iniciativa integral de preservación del patrimonio en Plaza Huincul, contempla la reparación de la estructura, la restauración de las paredes exteriores e interiores, y la reactivación del campanario, que volverá a sonar después de años en silencio.
La restauración de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús es parte de un esfuerzo más amplio por revitalizar sitios clave de Plaza Huincul, valorando su legado histórico y fortaleciendo el sentido de pertenencia entre los vecinos.
Muchos consideran a la parroquia como un lugar de gran valor sentimental, que forma parte de la memoria del barrio y la ciudad. Las obras, que se estima duren varios meses, marcarán un nuevo capítulo en la vida de este monumento, devolviéndole su importancia como espacio central para la vida religiosa y cultural de Plaza Huincul.