El padre de un alumno de 14 años de la EPET 1 denunció que su hijo fue agredido en varias oportunidades en forma verbal y física y que el hecho más grave fue que tajearon la mochila con un arma blanca, dentro de la escuela.
El padre es además preceptor en la escuela. Siguió todos los caminos administrativos pero ante la posibilidad de que hubiera un adolescente armado dentro de la escuela y por la inacción de las autoridades, decidió radicar la denuncia en la Comisaría Especial de la Niñez, Adolescencia y Familia N° 4.
Se le dio intervención a la Defensoría del Niño pero con todas esas acciones, todavía no consigue que se tomen medidas para preservar la vida de su hijo, que no está asistiendo a clases por temor.
Las agresiones comenzaron por una acción que generó la propia escuela. Según contó el padre, un día que estaban los alumnos en el aula, sin supervisión, se accionó el matafuegos. Se le pidió, desde la institución, que los compañeros identificaran al responsable, lo que hicieron varios alumnos.
Como el adolescente, ahora víctima, es hijo de un preceptor, se supuso que él era el responsable de la sanción que recibieron sus compañeros y por ello comenzó a ser acosado.
El hecho de la mochila tajeada en un recreo no ha sido tomada con perspectiva respecto del peligro que corre el alumno en cuestión y el resto de la población.
La falta de abordaje podría desencadenar en un problema mayor. El padre todavía espera por respuestas.