La obra pública está paralizada en el 90% del país, por decisión del gobierno nacional de Javier Milei. Muchas obras relevantes quedaron inconclusas y no se han podido retomar.
En ese contexto, Neuquén es una isla ya que lentamente y producto del endeudamiento público, consiguió retomar algunas obras y comenzar a financiar otras.
Y más cerca aún, en Plaza Huincul y en Cutral Co, la situación es mejor que en el país y en la provincia ya que la obra pública se sostiene con los fondos que provee el yacimiento El Mangrullo y que exclusivamente puede destinarse a obras pero no a gastos corrientes.
Es importante recordar todo lo anterior, porque sino parece que la obra pública en la comarca petrolera no requiere esfuerzo. Y esa no es la realidad. Sostener la obra pública implica tomar decisiones, priorizar entre las múltiples necesidades que tiene la población, ya que la Nación sostiene la idea de que cada uno se rasque con sus propias uñas.
Este martes no hubo sesión ordinaria en el Concejo Deliberante porque no hubo quorum y por ello el tratamiento de obras relevantes quedaron postergadas. El debate que no se dio es por la opinión de los concejales Gustavo Suárez (MPN) y Fernando Doroschenco (Frente y la Participación Neuquina) sobre lo inconveniente que es el crédito que otorga el gobierno provincial para financiar la obra de reasfaltado del barrio Central.
Se trata de un crédito al 43% anual, con tasa variable a 36 meses por 2.300 millones de pesos. Un monto, una tasa y un plazo que se condicen con el contexto crediticio actual, con tendencia a la baja de las tasas. El país es inestable, quién lo duda, pero el crédito se toma con el gobierno provincial, no con una entidad financiera. Los márgenes de negociación son mayores.
Entonces la discusión no es sobre números, sobre tasas de interés, sino sobre la decisión de contar o no con obra pública en marcha. No hay obras gratuitas, ese tiempo ya pasó. Y las obras que tiene por delante el gobierno de Claudio Larraza van con cinco años, diez, quince años de atraso. La necesidad de que estuvieran hechas es desde hace mucho tiempo y frenarlas ahora con chicanas políticas no parece el mejor camino para quién podría interesarse en seguir con una carrera política.
Escuchar a Suárez dar explicaciones de cómo se podría administrar el dinero del ENIM para hacer más obra hace pensar ¿por qué no lo hizo antes, cuando era intendente, hace poquito más de un año? Ocupa Suárez un lugar ganado legítimamente con los votos de los vecinos de Plaza Huincul, pero ello no quiere decir que sus opiniones estén exentas de memoria.
Las comunidades de Cutral Co y Plaza Huincul somos muy afortunadas, porque en su momento, en la otra época neoliberal menemista, nos negamos a desaparecer y gracias a ello El Mangrullo es parte de los presupuestos actuales de los municipios. Pero eso no quiere decir que se nada en abundancia, no alcanza ese dinero para todas las obras que son necesarias.
Entonces los debates no pueden ser irresponsables, producto de chicanas, no cuando está en juego el bienestar de cientos de familias. Tienen que ser sobre cómo utilizar lo mejor posible el dinero disponible para que el desarrollo urbano sea posible. Debate tiene que haber, no se puede levantar la mano y listo. Pero responsablemente.