El gimnasio Enrique Mosconi se transformó el sábado en un templo musical para la banda La Cuadra, que ofreció un show esperado en la comarca. A espaldas del escenario, en los camarines, reinaba la consigna: “A disfrutar”. Y así fue, porque lo que siguió fue una noche de pura fiesta y energía en el barrio Cooperativa de Cutral Co.
El espectáculo arrancó poético, con el rugir de los instrumentos suavizado por las palabras del Un Mar de Fueguitos de Galeano, un toque literario que prendió la chispa. Tras esta introducción, la banda comenzó su primer bloque con tres temas que marcaron el pulso de lo que sería una noche memorable. El segundo bloque fue una fiesta de cumbia. Al sonar A Comer Polenta, el escenario explotó cuando la cantante Ivi Inostrosa, la presencia femenina de La Cuadra, se unió a la escena.
Luego, llega el bloque de reggae. Aquí la vibra cambia, se torna más relajada pero igual de intensa. Los músicos, doce en total, dominan una gama de sonidos que incluye saxofón, trompeta, trombón, teclados, percusión, guitarras, bajo y batería. La Cuadra muestra que puede navegar entre géneros con la misma facilidad con la que el público fluye, entre tragos de fernet, gin tonic y cerveza, y sorbos de mate que pasan de mano en mano en las tribunas.
Hasta hubo un momento para el arte: los asistentes pudieron personalizar sus remeras y buzos con estampas exclusivas de PBK Street Wear, con Meco y su equipo trabajando en vivo para dejar una marca indeleble de la noche.
El público, como suele pasar, llegó tarde, lo que retrasó el show casi una hora. Un recordatorio de que educar en el respeto a los tiempos es tan necesario como el show en sí. Aun así, el esfuerzo detrás de cada nota, cada bloque, y cada acorde dejó en claro que La Cuadra entrega el alma y la piel para dar unas horas de alegría a su gente.
Ya en la recta final, Marcos Campos se unió en los últimos temas, y el gimnasio vibró con un gran cierre. El día había sido ventoso, pero la noche se ablandó justo a tiempo para dejar que el espectáculo terminara como debía: bajo el cielo patagónico y con Cutral Co bailando al ritmo de La Cuadra. Una fiesta que esperamos que se repita pronto.