El segundo encuentro de la Clínica Abierta, Vivencial, Integral y Continúa sobre actualización y formación en ATM, se concretó en Cutral Co, con la asistencia de profesionales de odontología, kinesiología y fonoaudiología que se desempeñan en la comarca petrolera. El disertante fue el odontólogo Luis Augusto Giambartolomei.
La capacitación permitió a las y los profesionales interesados ampliar sus conocimientos sobre la Articulación Temporomandibular -ATM- que conecta la mandíbula con el cráneo, afectada por trastornos como el bruxismo y otras enfermedades menos conocidas. Fue la odontóloga Verónica Marconi a encargada de organizar esta formación.
“Vengo de ser odontólogo y mecánico de autos. Y eso me ayudó mucho para entender la física y la química. Hoy estar en la biología, la fiosiología y el metabolismo del ser humano. Para definirlo: trabajo en la educación para la salud”, explicó en diálogo con Cutral Co al Instante, Giambartolomei.
La temática fue la articulación de la mandíbula, que normalmente se la llama ATM. En este contexto, explicó que abordaron los problemas de la articulación de la mandíbula como una consecuencia.
“Es una consecuencia de varias cosas, principalmente de la deshidratación, la falta de beber agua. Se ha desestimado lo necesario de beber agua”, indicó.
Sostuvo que las articulaciones funcionan dentro de un sistema acuoso y la falta de hidratación provoca una “articulación emocionalmente débil”. “Uno tendrá ruido en la rodilla, en las articulaciones del codo, del hombro, que va a estar en relación con distintos órganos, pero en particular está en relación con la función del intestino”, describió.
Las toxinas que no puede procesar el hígado se irán hacia la piel y también a vías aéreas -como una amigdalitis, una sinusitis-, se generá un edema, que es inflamación, hinchazón. “Eso hará que haya líquido: edema en la articulación, terminará alterando la articulación”, apuntó Giambartolomei.
En este sentido, el profesional especificó que la acidosis corporal generada por la gran cantidad de carbohidratos que insume el ser humano, en general, provoca mucha inflamación.
Por otra parte agregó que: “el estrés, el sueño, los carbohidratos, los alimentos reaccionarios ya sean grasas, fibras, aceites, carbohidratos,o protenínas. Las grasas saturadas como mantenca, queso, yema de huevo generan un estrés metabólico y sube la glucosa en sangre. Todo esto nos subirá el azúcar en sangre y se transformará en el ácido lactico y empezamos a bruxar, a apretar los dientes, porque hay un edema permanente y una acidificación que nos hace perder magnesio y potacio”.
Entonces, si no hay ingesta de vegetales donde se encuentra el magnesio y el potacio -el calcio y el fósforo contraen los músculos; el magnesio y el potacio los relajan-, si se contrae de manera permanente, no se bebe agua, en especial viviendo en el sur del país, dijo el profesional, habrá consecuencias.
“Básicamente, es el estilo de vida que se lleva. La ciencia manifiesta hoy que en las enfemerdades, el 30 % es el entorno, el otro 30 % son los pensamientos que al final hacen el entorno, el otro 30% son los alimentos que una cosa es la nutrición y otra es la fisiología de la digestión, y el otro 5 % la genética y el otro 5 % no se sabe”, concluyó. Apuntó a un abordaje integral para darle solución al problema.
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