La vicegobernadora suspendida de Neuquén, Gloria Ruiz, sigue acaparando titulares, y no precisamente por razones que puedan considerar positiva para su imagen política. Tras ser apartada de su cargo por la Legislatura de la provincia por “inhabilidad moral” debido a un escándalo relacionado con fondos girados a su hermano, Pablo Ruiz, las revelaciones de nuevos gastos bajo su gestión no dejan de sacudir el ámbito político.
La última controversia gira en torno a un evento con la “sanadora” rosarina Leda Bergonzi, un gasto de 32 millones de pesos que la funcionaria autorizó para una celebración religiosa en el estadio Ruca Che, en la capital provincial. La “Fiesta de la Fe”, como fue denominada la celebración, atrajo a 5.000 personas, y tuvo como protagonistas a Bergonzi, quien se autodenomina “sanadora”, y su comitiva “Soplo de Dios Viviente”. La cifra millonaria destinada a la organización del evento incluye, entre otros gastos, 4.612.940 pesos en pasajes para los asistentes de Bergonzi, 542.298 pesos en viandas para el personal de emergencias y 12.045.000 pesos para el sonido en el estadio.
Mientras tanto, la vicegobernadora, en un intento por dar explicaciones, salió al cruce de las acusaciones sobre los bombones. A través de un mensaje en su cuenta oficial de Instagram, Ruiz desmintió lo que calificó como un “escándalo” mediático. Según su versión, el gasto en bombones (4.120.000 pesos) correspondió a una tradicional celebración por el Día de la Madre, donde se entregaron obsequios a unas 200 empleadas legislativas. Ruiz afirmó que todo era “transparente” y legal, y sostuvo que el procedimiento estaba respaldado por la normativa administrativa correspondiente.
Sin embargo, el contexto en el que surgen estas revelaciones complica su defensa. La gestión de la funcionaria ya se encontraba bajo la lupa debido a la polémica por los fondos dirigidos a su hermano, quien estuvo a cargo de un espacio cultural legislativo. La suspensión de Ruiz se dictó tras comprobarse una serie de irregularidades vinculadas al manejo de recursos, pero parece que los gastos millonarios autorizados no cesaron con su apartamento.
El vínculo de Ruiz con la Iglesia Católica, que estuvo presente en la organización de la “Fiesta de la Fe”, también fue cuestionado. La sanadora Leda Bergonzi, quien comenzó su camino en la Catedral de Rosario, ha visto su relación con la jerarquía eclesiástica local resquebrajada en los últimos tiempos. Sin embargo, la funcionaria provincial parece no haber dudado en destinar una suma importante de dinero público para respaldar un evento con un carácter religioso, generando aún más cuestionamientos sobre el uso de los fondos en la provincia.
Mientras la Comisión Investigadora avanza en la revisión de las erogaciones de Ruiz, las acusaciones de desvío de fondos y el mal manejo de recursos públicos continúan siendo un tema candente en la política neuquina. En medio de la polémica, la exvicegobernadora insiste en su defensa, apelando a la legalidad y transparencia de sus acciones. No obstante, las sospechas sobre su gestión persisten, y el daño a su reputación parece irreparable, al menos por ahora.