Una vivienda del barrio Otaño ubicada en cerca de la escuela 334 se transformó en una trampa para la familia cuando las rejas de ingreso se electrificaron.
Tras la tormeta que se vivió en la tarde noche del domingo y por razones que no fueron esclarecidad, el frente de rejas tenía una carga eléctrica peligrosa, que generó la muerte de un perro, mascota de la familia.
Ante esta situación solicitaron ayuda a Bomberos Voluntarios porque no podían salir. Cerca de la medianoche se pudo solucionar el problema, salvar a otro perro que también sufrió una descarga pero consiguió salvarse y retirar a las personas en peligro.
Bomberos voluntarios retiraron a la dueña de casa en andas, para evitar que corriera peligro.
Discusiones Sobre la Noticia